¿se frenó el crecimiento de los argendólares?


Luego de protagonizar una fuerte y sostenida recuperación desde los albores del gobierno libertario, los últimos datos parecen mostrar cierto estancamiento de los depósitos privados en dólares. Por lo menos así se observa en lo acontecido en la primera parte del mes donde el stock de los también llamados argendólares apenas crece u$s21 millones.

El stock total de argendólares al 13 de junio, último dato del Banco Central (BCRA), ascendió a u$s17.680 millones. Hay que retroceder hasta fines de abril del 2020 para ver un nivel similar. Este stock además implica que desde el cambio de gobierno hubo un aumento en términos absolutos de nada menos que u$s3.554 millones y en lo que va del año de u$s1.879 millones.

Por ende, podría interpretarse que un poco menos de la mitad de esa suma estaría vinculada a motivos impositivos. Sin embargo, como suele ocurrir al promediar el nuevo año calendario, en esta oportunidad los nuevos depósitos que se constituyeron para evitar el pago de impuestos, no se fueron y quedaron en el sistema.

Pero lo importante es que además de esos u$s1.675 millones que ingresaron al sistema bancario en diciembre pasado, tras el cambio de gobierno, en lo que va del año siguieron creciendo, generando no solo mayor capacidad prestable a los bancos sino también teniendo el consiguiente correlato sobre las reservas internacionales del BCRA. De ahí la relevancia del comportamiento de los argendólares.

Al analizar la evolución reciente se percibe cierta desaceleración en el crecimiento entre fines de abril y comienzos de mayo pasado, cuando el promedio diario arrojaba un aumento de solo 0,10% entre una y otra semana. Pero después pareció revivir y empezaron nuevamente a crecer a un ritmo de entre 0,30% y 0,50% promedio diario. Lo que en la segunda quincena de mayo se elevó al 0,70% llegando a niveles de u$s17.600 millones promedio diario.

A partir de la primera semana de junio la tasa de crecimiento semanal cayó al 0,16% promedio diario lo que se mantuvo en la segunda también. De modo que el promedio mensual quedó por debajo de los u$s17.700 millones.

En el ínterin, la bonanza que vivieron los bancos con el aumento de los argendólares, junto con el mejor clima de negocios que se traducía en suba en las paridades de los bonos soberanos y en los precios de las acciones locales, dio lugar a una fuerte reactivación de los préstamos privados en dólares.

El comportamiento de los préstamos privados

En lo que va del año, el stock de préstamos privados en dólares aumentó en más de u$s3.000 millones, recuperando niveles de u$s6.400 millones, similar a los de julio del 2020 en plena pandemia.

Vale señalar que tras la debacle de la convertibilidad, estos préstamos solo se pueden canalizar en demandantes que sean exportadores, o sea, que tengan un flujo de divisas en sus negocios o estén vinculados con el sector exportador, de modo que no haya ningún descalce de monedas entre el préstamo y los ingresos del tomador.

Pero además, los argendólares tienen un rol significativo en las reservas del BCRA ya que los encajes de estos depósitos privados (la porción que los bancos no pueden prestar) son computados dentro del stock de las reservas brutas del ente monetario. Por ende, cuando suben los depósitos mejoran las reservas y viceversa. Cabe señalar que en el último tiempo el sistema financiero tenía una gran capacidad ociosa prestable en dólares debido a la incertidumbre, a pesar de la falta de demanda y la caída de los depósitos.

Habrá que seguir monitoreando no solo el devenir de los argendólares, si vuelven a crecer o no, y si los bancos continúan colocando excedentes en nuevos préstamos en dólares, lo que retroalimenta a las reservas del BCRA.



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